viernes, 25 de marzo de 2011

No es lo mismo ver un partido que sentirlo





El reloj marcaba las 3:30 de la tarde y la jornada futbolística del torneo local argentino transcurría con normalidad. Me preparaba para vivir el partido de Racing contra Estudiantes, por la sexta fecha del Torneo Clausura Néstor Kirchner 2011. Sin embargo una noticia agitó los ánimos de la tarde futbolera del domingo 20 de marzo. El partido entre Velez Sarfield y San Lorenzo había sido suspendido a los 7 minutos del primer tiempo, debido al mal comportamiento de la hinchada del Ciclón. La noticia era difundida por los distintos canales de televisión local. Al subirme al auto, en radio se especulaba con la muerte de un hincha a las afueras del estadio José Amalfitani. Los enfrentamientos entre barras con desenlaces fatales con muertos incluidos, fueron las primeras imágenes que muchos hinchas y apasionados por el futbol tuvieron en su cabeza.

La llegada a Avellaneda me fue dando un panorama de lo que era estar cada vez más cerca del cilindro de Avellaneda: tres motos y sus respectivos pasajeros iban con camisetas de Racing y banderas ondeándose por las vías. Me sorprendió los cerca que quedaban los estadios de Racing e Independiente. Un amigo me dijo que cuando Perón inauguró este estadio dijo en tono de broma que el estadio de Racing había quedado bien, solo que los baños estaban un poco lejos. Al mezclarme entre la multitud de hinchas de la Academia, veía claramente el ambiente familiar que se vivía. La imagen de niños de 3 o 4 años tomados de la mano por su padre caminando hacia el recinto deportivo, daba la imagen de cierto ritual que se transmite de generación en generación. La presencia femenina también era visible, lo cual plasma hasta qué punto un deporte como el futbol ha calado en una sociedad y cultura como la argentina.

Al entrar en este templo del fútbol, un señor de unos 70 años nota rápidamente que es la primera vez que ingreso a este estadio. El señor sonríe y me dice: ¿sabés que aquí entraban hasta 100 000 personas antes? Los escalones para entrar a la platea E eran cada vez más numerosos y empinados. Y al llegar a la cima, uno experimenta esa percepción que tiene un escalador al arribar a lo más alto de la montaña para sentirse en contacto con la naturaleza; o tal vez como la primera vez que uno corre sin rienda suelta cuando tiene de frente al mar y el horizonte no se distingue.

Los tambores retumbaban en la acústica del estadio que parecía tener vida y movimiento; se podía palpar la estructura del estadio temblar y removerse. A las 5:40 de la tarde algunos jugadores de Racing hacían su calentamiento en la cancha y todos los integrantes de la “Guardia Imperial” -la hinchada más reconocida del club blanquiceleste- marcaban la cadencia, ritmo y letra de los cánticos. La otra cara de la moneda eran los aficionados del equipo de Estudiantes de la Plata, quienes eran pocos pero lo suficiente para hacerse escuchar. La salida al campo de los dos equipos aumentó la euforia en el público asistente. El partido se hizo bastante enredado en los 90 minutos. Sólo un momento hizo que toda la hinchada de Racing se enmudeciera de repente; una acción del jugador uruguayo Hernán Rodrigo López marcó la diferencia con un gol de otro partido que le dio los tres puntos al pincha. Se hizo de noche y se oscureció el panorama para la Academia quien había llegado a la sexta fecha como líder y perdía esta posición de honor, al caer con el campeón del Apertura 2010.

El locutor del estadio anunciaba que los simpatizantes del equipo de Avellaneda debían esperar 30 minutos en el estadio mientras los seguidores de Estudiantes desocupaban el recinto. Las caras largas por la derrota eran evidentes tanto en chicos y grandes. La salida se dio en completa calma y todos los hinchas discutían las acciones del partido, pensando en dónde estuvo la clave de la derrota. Sin embargo, la sensación que se percibía era que Racing era un equipo que iba encontrando su forma, mientras que su rival era un conjunto que venía ya con una base y un estilo establecido. No por nada había sido campeón de América en 2009.

viernes, 18 de marzo de 2011

El mundo es un balón de fútbol.

Este blog se concibe con la firme intención de mantener información actualizada del deporte que mueve millones de masas en el mundo entero: el fútbol. Y como se dice en este deporte lo más eficaz es jugar de primera intención, por lo cual pretendo informar sin enredar tanto el contenido informativo. Bienvenidos a este blog que dará sus noticias e informaciones desde la voz de un estudiante de periodismo.